La Consagración del festival fue para la cantante riojana La Bruja Salguero; el premio Revelación para el dúo instrumental Chechelo; y el Camín a la trayectoria para el cantante Rubén Patagonia.
En términos de convocatoria la Plaza Próspera Molina tuvo una ocupación promedio del 70 por ciento, en sus 9 noches superando a la edición anterior del 2016 ; y la atmósfera mística que crearon sobre todo artistas jóvenes como José Luis Aguirre, Ramiro González, La Bruja Salguero, Milena Salamanca,Orellana-Lucca y Bruno Arias junto a referentes de peso como Raly Barrionuevo, Los Carabajal, Dúo Coplanacu, mostraron sobre el escenario una sólida generación que renovó la atmósfera del escenario Atahualpa Yupanqui.
.La última imagen del festival fue la ideal, la pensada por la comisión: lleno total, orden en el armado de escenario, cumplimiento de los horarios de las actuaciones y propuestas artísticas diversas.
Víctor Heredia regresaba a Cosquin para celebrar los cincuenta años de su debut en el festival. Sus canciones, vigentes y necesarias, fueron recibidas sin euforia, pero reconociéndole su fundamental aporte al cancionero popular. Arrancó con "Para cobrar altura", zamba con la que debutó en Cosquín. Entre los invitados, le regaló a su gente una perlita: el ingreso de León Gieco, quien no tuvo show propio en esta edición, e hizo estallar la plaza.
Cerca de la una de la madrugada, subieron a escena Los Nocheros. Clásicos, de catálogo, el cuarteto salteño se sigue reinventando, con sonidos cercanos al rock. "Me crié cantando folklore, en mi casa amamos a Los Nocheros", comentó Axel, el invitado no anunciado que se sumó en "Gracias, lo siento, te amo", tema dedicado a su madre, escrito a pedido para Nocheros.
La popular agrupación recordó a Horacio Guarany con "Canción del adiós", se molestaron cuando el locutor interrumpió sugiriendo el final y cerraron con "La cerrillana", la primera que cantaron en Cosquín, en 1993, invitados por Cacho Tirao.
La última imagen de Cosquín fue con Peteco Carabajal al frente de Riendas Libres, su nuevo proyecto. Muy distendido, ya sin televisación, cumplió con todos los pedidos del público.
Nahuel Lobos, cantor de Luján, fue distinguido por los espectáculos callejeros, al tiempo que Julieta Marucco, de Cañada de Gómez, recibió una mención especial.
De la peña oficial, recibió un galardón el grupo Añapa y, producto de una encuesta entre periodistas, la rafaelina Patricia Ratti obtuvo su merecida distinción. La Bruja Salguero ganó el Consagración y el premio Camin a la trayectoria fue para Rubén Patagonia.
Cosquín cortó con la inercia y con la sucesión de errores en el armado de la grilla, con un festival que sigue siendo austero y ratitica otro año más que se trata del evento folklórico más importante del país.