Jennifer Lopez no comprende de
dónde proviene su fama de diva, ya que en el fondo es una persona “muy
normal” que ha conseguido que su estatus de estrella no afecte a su
forma de ser.
“Hay muchas
ideas erróneas sobre mí: que soy una diva y una persona muy
problemática, o que tengo muchas exigencias y cosas así. A pesar de lo
inusual que es mi vida, soy una persona muy normal, creo, y con los pies
muy en la tierra”, explica en una entrevista a la revista TV Guide.
Si
de algo se siente orgullosa Jennifer, a parte del hecho de haber
conseguido triunfar sin olvidar sus orígenes humildes en el neoyorquino
barrio del Bronx, es de ser una de las pioneras de su generación.
“Me
alegro de poder ser una de esas personas que rompen el molde. No
podemos seguir actuando como si estuviésemos en los años 50. Las mujeres
somos fuertes. Somos audaces, y eso se refleja en nuestro arte”, añade.
A
pesar de su reputación de ser una de las mujeres más sexy del mundo a
sus 46 años, Jennifer considera que nunca ha llegado a cruzar la barrera
de lo “obsceno” como sí han hecho otras cantantes, ni siquiera en el
videoclip de su tema Booty que protagonizó junto a Iggy Azalea el año
pasado.
“Quería que fuese
algo sexy y bonito, no sexy y obsceno. A veces cuando eres joven te
inclinas por lo obsceno o por el factor provocativo, pero yo no necesito
hacer eso. He hecho algunas cosas sexys, pero siempre he sido más la
chica buena que se enamoraba que la chica mala”, aseguraba Jennifer a la
revista Marie Claire.