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sábado, 12 de julio de 2014

Persigan a ese 'beatle'

Cuenta la leyenda que un productor sugirió doblar las voces de los Beatles en la versión norteamericana de '¡Qué noche la de aquel día!'. Y al final fue Paul McCartney quien se plantó: "Si nosotros podemos entender el acento texano, ellos serán también capaces de entender el acento de Liverpool. Que se vayan acostumbrando".
Paddington, 1964. Paul, John, George y Ringo llegan a tren a la emblemática estación londinense, procedentes de Merseyside y huyendo de la 'Beatlemania'. Las chicas los acosan a todas la horas, el mánager no les da tregua, la fama es tan oprimente como una habitación de hotel o una jaula. Lo primero, reponer fuerzas en el pub Turks Head de Twickenham. Y después, a correr que son dos días.
La cámara de Richard Lester los persigue en sus correrías en blanco y negro. La película, con un raspado presupuesto de 250.000 euros al cambio actual, se rueda según los cánones del 'cinéma vérité'. Parece un documental pero no lo es. Los diálogos los escribe Alun Owen, en perfecto dialecto de Liverpool:
-¿Tú eres un mod o un rocker?-le preguntan a Ringo.
-Yo en realidad soy un 'mocker'- contesta en el batería, en una de las escenas más célebres de la comedia rock.
Durante 16 semanas, los que dura el rodaje, Lester y Owen se convierten en el quinto y el sexto Beatle. La complicidad con la banda es total. La película recibe al final dos candidaturas a los Oscar: mejor guión y mejor banda sonora ('A hard day's night', 'Cant buy me love', 'All my loving¡, 'She loves you', 'And I love her', ahí es nada).
Han pasado 50 años y la película que capturó la Beatlemanía conserva una frescura envidiable, y más aún en la versión digital que esta semana se ha estrenado en Londres, 'remasterizada' por el propio Richard Lester.
"En aquellos momentos estaban ya en la cresta de la ola", reconoce Lester. "Había también una sensación gradual de que se estaban convirtiendo en algo grande, muy grande, y creo que fuimos capaces de capturar su esencia en el momento justo". Lester les volvería a dirigir un año después en 'Help!', pero nada volvió a ser lo mismo.
De los cuatro Beatles, el talento más natural para el cine era el de George Harrison, según Lester: "Era quien menos empeño ponía en actuar, pero siempre atinaba". Ringo dio también el do de pecho en las escenas clave: en el pub Turk's Head y ya al final, cuando dejar caer la gabardina. John era "demasiado autocrítico" y Paul tenía una tendencia exagerada a "sobreactuar", fruto de su desbordante entusiasmo.
"Los Beatles funcionaban como una hidra de cuatro cabezas, y había que hacer un esfuerzo especial para no interferir entre ellos", recuerda Lester, que, con el tiempo, dirigiría 'Los tres mosqueteros' y participaría en la saga de 'Superman', pero que sigue siendo recordado como el auténtico padre del vídeo musical gracias a '¡Qué noche la de aquel día!'.
"A mí me dejaron en todo caso interpretar el papel del quinto Beatle, con el permiso de Brian Epstein, y les estaré eternamente agradecido".