Como es de público conocimiento, antes de convertirse en estrellas del rock, los Gallagher no eran gente muy confiable. De hecho, en el esclarecedor documental Live Forever: The Rise And Fall Of Britpop (2003), es el mismísimo Liam quien asegura que de joven hurtaba ropa y maquinas de cortar pasto en su vecindario, para después cambiar la mercancía por marihuana.Estas y muchas otras historias estarán relatadas en Oasis: The Truth, The Noel Truth, Is Nothing Like The Truth, el libro de próxima aparición que, como su título lo indica, revelará toda la verdad acerca de las actividades turbias que realizaban los hermanos cejudos en su Manchester natal, previo al suceso planetario de su banda.
Escrito por el baterista original de Oasis, Tony McCarroll, el texto estará centrado en la segunda parte de los ochenta y la primera de los noventa, cuando él era compañero de aventuras de los Gallagher Bros. De hecho, cuenta una anécdota que ya está dando vueltas al mundo.
Parece que uno de los tantos trabajos que tenían Liam y Tony era el de encargarse de cuidar autos para una empresa mancuniana llamada Valenting, la cual tenía como clientes al Manchester United y a sus jugadores.
Dado su fanatismo por el Manchester City, el hoy cantante de Beady Eye solía dañar los coches de los futbolistas del clásico rival del club de sus amores. Como buen hooligan, Liam rayaba los chasis con lana de acero y destruía las tazas de las ruedas, entre otras maldades más.
En su larga lista de víctimas, figuraron jugadores de la talla de Paul Ince o el ex director técnico Ron Atkinson. Sin embargo, según detalla la obra de McCarroll, el más perjudicado fue Eric Cantona, a quien le hicieron desaparecer literalmente una puerta de su Mercedes-Benz nuevo.-
