De acuerdo con su herencia, su mujer recibiría la mitad de su fortuna; Bowie dejaría 2 millones de dólares a su asistente y amiga Corinne "Coco" Schwab, a la que nombró tutor de su hija en caso de que su madre muriera antes de cumplir los 18 años; 1 millón será para la cuidadora de su vástago, Marion Skene.
En cuanto a los hijos de Bowie, Duncan y Alexandria Jones, recibirán el resto de la suma de su fortuna y las propiedades que tenía el cantante. El diario 'New York Daily News' ha desvelado que Bowie ha dejado a su hija Alexandria Jones su casa de campo en la montaña Little Tonshi en Nueva York. Duncan heredará muchas otras propiedades.
Como voluntad antes de su muerte, Bowie pidió ser incinerado y que sus cenizas fueran esparcidas sobre las cabezas de su mujer y sus hijos en la isla de Bali, debido a sus creencias budistas. Iman, comprensiblemente, está llevando muy mal la muerte de Bowie pero se ha mantenido fuerte delante de su hija.