El baterista que marcó el ritmo de los Beatles entró al Salón del Rock como artista solista el sábado por la noche en una ceremonia aderezada con actuaciones brillantes y momentos emotivos.
Starr es el último de sus compañeros de banda en obtener el reconocimiento por su carrera individual, tras Paul McCartney, John Lennon y George Harrison. Siempre fue el cuatro "beatle" — John, Paul, George... y Ringo — pero ahora quedó inmortalizado como solista.
Starr entró en el Salón junto a Green Day, el icono del rock underground Lou Reed, Joan Jett y The Blackhearts, el cantautor soul Bill Withers, el guitarrista de blues Stevie Ray Vaughan y Double Trouble, The Paul Butterfield Blues Band y The "5'' Royales — una promoción eléctica, innovadora e inspiradora.
El Beatle, de 74 años, fue presentado por McCartney, quien dijo que siempre podía contar con su ex compañero en cada canción.
"No tiene que mirar a Ringo", dijo McCartney. "Esta ahí".
Starr, sorprendentemente en forma y aparentando 20 años más joven, salió entonces al escenario y dijo: "Me llamo Ringo y toco la batería" — como si alguien no lo supiese.
Se le unió el guitarrista de los Eagles Joe Walsh para interpretar "It Don't Come Easy" antes de que, con McCartney al bajo, los dos únicos Beatles vivos volviesen a tocar "A Little Help From My Friends".
La noche terminó, como es habitual, con todas las estrellas improvisando, esta vez sobre "I Wanna Be Your Man".
Con actitud punk y mucha energía, Green Day arrasó en su entrada en el Salón del Rock.
El trio californiano, formado en su día por adolescentes y ayudó a popularizar el punk rock en las emisoras de radio en la década de 1990, convirtieron por un momento una ceremonia plagada de estrellas en unos de sus eléctricos conciertos gracias a una potente selección de algunos de sus éxitos más recordados.
Desde los primeros acordes de "American Idiot", Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tre Cool hicieron bailar a la multitud presente en el Public Hall de Cleveland en los pasillos.
Descarados y beligerantes, Green Day irrumpieron en la escena musical en medio del auge del sonido grounge de Seattle. La banda tomó prestados riffs de pioneros del punk como The Stooges y Sex Pistols, los mezclaron con algunos acordes potentes y ganchos pop para ayudar a redefinir un género.
Reed fue un letrista y compositor audaz y a la vez provocador, superando los límites con baladas sobre temas prohibidos como drogas, prostitución y suicidio. Temas como "Walk On The Wild Side", "Vicious" y"Heroin" siguen siendo vibrantes hoy en día. Aunque falleció en 2013, el músico sigue influyendo a una generación de artistas inspirados por sus formas rebeldes.
Patti Smith recordó a Reed el poeta y dijo que estaba en Rockaway Beach cuando se enteró de su muerte. Se montó en el metro de vuelta a la ciudad de Nueva York, la ciudad de Reed.
"La gente estaba llorando en la calle", dijo Smith. "Podías oír su voz saliendo de los cafés. Todo el mundo tocaba su música. Personas desconocidas se acercaron a mí y me abrazaron. Fue como si toda la ciudad estuviese de luto (...) Gracias Lou por la brutal y benevolente inyección de poesía en tu música".
Inexplicablemente, Withers quedó fuera de los aspirantes al Salón durante años, quizás por un lamentable descuido. Pero el músico de 76 años, alejado de la industria desde la década de 1980, forma parte ahora de la realeza con una un catálogo de canciones atemporales como "Lean On Me" y "Just The Two Of Us". Durante su discurso de presentación, Stevie Wonder dijo que solía escuchar las creaciones de Withers y pensar: "Me gustaría poder haber escrito esa canción".
Withers se mostró halagado porque Wonder fuese el encargado de presentarlo.
Wonder interpretó entonces "Ain't No Sunshine" con Withers sentado junto a él en el escenario disfrutando cada segundo. El homenajeado, que apenas actuó en público en las últimas tres décadas, ayudó entonces en los coros de "Lean On Me" con John Legend.
Jett no pudo mantener su actitud rockera durante mucho tiempo. Tras ser presentada, Jett, la chica vestida de cuero negro a la que quizás no llevaría a casa para conocer a su madre, rompió en llanto.
"Intenté no llorar y ser dura", dijo mientras su máscara de pestañas negra empezaba a correrse.
Jett y las otras leyendas del panorama musical entraron en el Salón en una noche especial, con dos miembros de los Beatles juntándose sobre un escenario para actuar.
Jett abrió la gala con una apasionada versión de "Bad Reputation". El líder de Foo Fighters y ex baterista de Nirvana, Dave Grohl, se le unió para interpretar una ardiente "Cherry Bomb", uno de sus éxitos con The Runaways, una banda que rompió barreras para las mujeres en el rock.
Por desgracia, Vaughan falleció en la cima de su floreciente carrera. Armado con una Stratocaster, el músico de blues de Texas era una dínamo de las seis cuerdas. Conocido por canciones como "Pride and Joy" y "Look At Little Sister", ganó un Grammy por su fascinante versión del tema de Jimi Hendrix "Little Wing."
John Mayer dijo que el "honor de su vida" era presentar a Vaughan, a quien calificó de "último héroe de la guitarra".
"Stevie utilizó su guitarra para salir de la ciudad", contó Mayer. "Me dio esperanza porque los héroes dan esperanza. Mientras que Jimi Hendrix vino del especio exterior, Stevie salió de debajo de la tierra. Fue el último héroe de la guitarra, y los héroes viven por siempre".
HBO emitirá el evento el 30 de mayo.