Cuando una diva de Jennifer Lopez se embarca en una gira
internacional, es más que probable que acabe recalando en uno o varios países
que no había visitado antes, y no sería razonable pedirle que esté familiarizada
con la actualidad política de cada uno de ellos. Sin embargo, alguien debería
haber informado a la cantante de que el presidente de Turkmenistán es un tirano
que gobierna la ex-república soviética con mano de hierro, y que cantarle el
cumpleaños feliz sería visto por muchos como un corte de mangas a la
democracia.
Así, numerosas organizaciones humanitarias han criticado duramente a la artista
por este paso en falso, y esta ha respondido pidiendo disculpas a través de su
publicista, quien ha declarado que ni J-Lo ni los promotores de su gira estaban
al tanto de que en dicho país se vulneran los derechos humanos, y que de haberlo
sabido habrían cancelado su actuación. No es la primera vez que una estrella pop
se ve envuelta en un incidente de estas características: artistas como
Beyoncé, 50 Cent, Nelly
Furtado, Mariah Carey o Usher también
actuaron para el ex-líder libio Gadafi sin saber que este tenía conexiones con
el terrorismo.