
El primer cambio y más evidente es la reducción de duración del tema, que pierde casi 30 segundos y seguro que a los más estrictos no les gustará un pelo.
Pero el resultado es un tema más cortito y directo para sonar en las radios y, a ver, es un tema pop, que no es que estemos recortando la octava sinfonía de Beethoven.
Se pierde el momento instrumental final, pero eso ya se queda para la versión disco (y esperemos la versión vídeo).