El cantante Sting se aventuró a realizar conciertos sinfónicos aún a expensas de que él e incluso el público podían aburrirse. Sucedió todo lo contrario, el público quedó fascinado con la sustitución de la guitarra y la batería por los suaves sonidos de oboes, violines y violonchelos, ahora realiza gira mundial.Sting sale de gira mundial con su concierto Symphonicity en la que repasa sus éxitos con instrumentos de música clásica. Lo hizo después de comprobar cómo lo disfrutó el público que asistió a un concierto en Canadá, donde no lo dejaron retirarse hasta que les cantó a capella.
Apoyado por la Orquesta Filarmónica Real de Londres, el rockero interpretó sus temas más emblemáticos como Roxanne y Every Little Thing She Does Is Magic.
Su interés en trabajar con orquestas aumentó el 2008 cuando fue invitado a participar con la Sinfónica de Chicago. En enero trabajó con la Orquesta de Filadelfia. "Entonces una vez que esos dos dieron resultado, pensé en por qué no llevarlo de gira", concluyó.
El profesor convertido en rockero, ex The Police había comentado antes del concierto que era aburrida la música pop con orquesta porque básicamente termina tocando largas notas tras baladas de pop.
Pero ocurrió todo lo contrario. No fue aburrido ni para él, ni para los músicos y menos aún para el público que después de tres horas de música pidieron más y tantas veces que obligaron a Sting a volver y cantar una balada a capela, precisa Europa Press.
Sting dijo que cambió de opinión acerca de combinar el rock con flautas y arpas tras trabajar con músicos clásicos de alto nivel. También señaló que el secreto era crear un desafío para ellos y "hacerlos trabajar más duro porque así lo disfrutarán más".
Sting vendido cerca de 100 millones de álbumes a lo largo de su carrera de 35 años con The Police y por si sólo, como también ha actuado en varias películas y programas de televisión.
