Como ya ocurriera con David, se dice que aprovechará este viaje para que Mercy vea de nuevo a su padre, James Kambewa, con quien al parecer planea un encuentro.
La niña de cuatro años ha regresado a su país natal tras haber comenzado una nueva vida junto a la estrella (en junio de 2009), que ha asegurado en varias ocasiones que quiere mantener a los pequeños vinculados a sus raíces. Los cuatro hijos de la cantante la han acompañado en este periplo, que la propia intérprete narra en un blog abierto para la ocasión en la página oficial de la organización.
“En mi primera visita a Malawi, me quedé devastada al conocer niños que se han quedado huérfanos a causa del Sida. Como perdí a mi madre a una edad tan temprana, sentí una conexión muy fuerte con estos niños. Sus historias me llegaron al alma” explica. Por eso, para ayudarles a salir adelante, financia la escuela en la que se impartirá “una educación competitiva internacionalmente con valores de la cultura local”.
En sus primeras horas allí, Madonna se puso manos a la obra y ayudó a los trabajadores, junto a sus hijas Lourdes Maria y Mercy James que también aportaron su granito de arena. Con un primaveral vestido, Mercy llenó un cubo de agua y metió las manos en la tierra en un sembrado, ante la atenta mirada de su hermana mayor.
Será en estos días cuando se produzca el esperado encuentro de la pequeña con su padre, aunque seguramente, como en el caso de su hermano, será una reunión privada.