La cantante y su novio organizaron cada detalle de la fiesta y contrataron a un conejo blanco gigante para que entretuviera a los más pequeños.
Además Katy pidió a sus invitados que se pusieran una divertidas orejas, tal y como se puede ver en la imagen. Katy, que ha estado durante estos días en el estudio trabajando en su segundo álbum, ha confesado que la Pascua es una de sus fiestas favoritas.
"Si todos los días pudieran ser cubiertos con los pasteles, conejos, pollitos y huevos rellenos de chocolate yo sería feliz".