Un total de 109,000 asistentes recibió la 11 edición del Festival Iberoamericano de Cultura Musical que termino ayer después de maratónicos conciertos en el Foro Sol y bajo un sol inclemente.La cifra de visitantes al Vive Latino es ligeramente menor a la del año pasado cuando se registro una entrada cercana a las 120,000 personas, dio a conocer Jordi Puig, director del evento.
A pesar de esto, el Festival Vive Latino lució repleto y resultó explosivo y muy diverso en propuestas musicales, sin duda lo más interesante de un evento que pretende ser el mejor de Latinoamérica.
Porque la gente, además de ver a los mismos de siempre en 10 años como Panteón Rococó, Julieta Venegas (bien, pero tibia), SkaP o Calle 13, apreció y aplaudió propuestas distintas que fueron de la voz de Juan Pablo Villa, pasando por Paté de Fuá o Rodrigo y Gabriela, guitarristas que sin duda fueron la sensación del evento y lograron quitarle atención a los seudo rebeldes de Calle 13, quienes no se cansaron de lanzar consignas políticas con más pena que gloria.
Obvio, no faltaron las sorpresas en el Vive Latino con los palomazos de Meme y Quique de Cafe Tacvba, Sabo Romo o la presencia de Hello Seahorse, otra de las actuaciones memorables.
Resaltó la solidaridad de los músicos con Alejandro Otaola, quien se encuentra en el hospital. Los músicos que se presentaron en la Carpa Intolerante pidieron al público donaciones para ayudar con su atención médica.
La crítica al Vive Latino es la falta de un gran artista internacional para el festival, que éste año pudo hacer sido Beck, pero acabó en unos grises Rise Against o Empire of the Sun. Los organizadores deberían de apuntar más alto y verían los beneficios.
Un Vive muy familiar
Las chelas, las hamburguesas y hasta los burritos fueron lo más codiciado en el Vive Latino, junto a las máscaras, orejas de conejo y discos de todo tipo de música que vuelan de los puestos, mientras que los patrocinadores buscan llamar la atención de la gente con concursos y regalos.
De inmediato, llama la atención que además de los jóvenes, varias familias con niños podían bailar entre la muchedumbre sin temor, ante la tranquilidad que se respira en el evento a pesar de algunos conatos de bronca o guerra de vasos por espontáneos... pero nada serio.
El cierre del evento lo realizó Empire of the Sun cerca de la medianoche con un show psicodélico y repleto de visuales que dejo satisfecha a toda la gente que año con año hace del Vive Latino la fiesta más importante de la música en Latinoamérica.
