Aunque el resultado final ha merecido la pena, obtener los fondos necesarios para rodar el video cumpliendo los exigentes estándares de calidad de Jennifer supuso un verdadero dolor de cabeza para los responsables.
De hecho, en el último minuto el equipo de la cantante tuvo que ponerse en contacto con la Agencia Kluger -cuya especialidad es mediar en los acuerdos publicitarios entre marcas y artistas- para conseguir dinero extra a base de incluir ciertos productos en el videoclip.
“La mayoría de los artistas quieren que visualmente un videoclip sea bonito, y bonito es básicamente sinónimo de caro cuando se trata de producir. Así que muchas veces Jennifer tiene una idea grandiosa de lo que quiere hacer y el sello disquero tiene un presupuesto fijo, y al final siempre se queda corto de presupuesto”, reveló una fuente a la sección Page Six del periódico New York Post.
El resultado final es un video de cinco minutos en el que aparecen al menos nueve guiños a productos, incluyendo la marca de café Lavazza -que Jennifer bebe en una taza en el primer minuto- las chaquetas Peuterey, los secadores de la marca Xtava y los suplementos para perder peso BodyLab.Además, el videoclip también da un gran protagonismo a la aplicación Friendable con un primer plano de tres segundos de un perfil de la misma en una pantalla de móvil, gracias al cual Jennifer habría terminado de conseguir los fondos necesarios para rodar un trabajo musical a la altura de una artista como ella.
El clip ha sido recomendado por Rihanna en Instagram, quien agradeció a J.Lo lucir sus botas en la parte final del video. Hilary Clinton, desde su cuenta oficial de Twitter, también agradeció a la diva latina usar parte de su discurso político profeminista, mientras que Meghan Trainor, escritora de la canción, recomendó ver el “genial” clip. ¿Ya lo viste?
