Lady Gaga
es sinónimo de talento, glamur, reivindicación, polémica y
mercadotecnia, elementos todos ellos que, mezclados y bien agitados, dan
lugar a todo un referente actual en el mundo del espectáculo, que
cumple 30 años este lunes.
Es una de las artistas que más discos
ha vendido en la historia de la música en apenas ocho años de carrera.
Pero su influencia va mucho más allá: su estilo y personalidad la han
convertido en todo un icono cultural al que ni siquiera la
interpretación se le resiste.
Prueba de ello fue su celebrado
papel en la quinta temporada de la serie "American Horror Story", que se
saldó con un Globo de Oro a la mejor actriz en una miniserie o película
para televisión. Tras ese éxito, la artista dijo recientemente que
repetirá en la sexta temporada del formato de la cadena FX.
"No puedo prometer cómo ni cuándo ni nada de eso", indicó a la emisora de radio neoyorquina Z100 a comienzos de marzo.
Esa
tarea, presumiblemente, la deberá compaginar con la grabación de su
nuevo disco, cuyo lanzamiento está previsto para este año, tal y como
desveló a los periodistas en conferencia de prensa tras recibir el Globo
de Oro.
Ese trabajo discográfico de la diva estadounidense será
el primero desde "Cheek to Cheek", la colaboración de jazz que lanzó
con Tony Bennett en septiembre de 2014, y el primero con material
original desde "Artpop" (2013).
En declaraciones a la revista
Entertainment Weekly, Gaga reconoció que su trabajo en "American Horror
Story" influirá el proceso creativo de su quinto álbum de estudio, al
asegurar que su desempeño en la miniserie le devolvió "al arte de la
oscuridad", algo en lo que "cree mucho".
El año acaba de empezar y ya ha deparado todo tipo de instantes memorables para Gaga.
Primero
fue su triunfo en los Globos de Oro y después llegaron sus actuaciones
en los Grammy -inolvidable su tributo a David Bowie-, la Super Bowl y
los Óscar, cuya aparición, precedida por el vicepresidente de Estados
Unidos, Joe Biden, supuso uno de los momentos más emocionantes de la
velada.
Gaga puso la piel de gallina al Teatro Dolby -se vio a
las actrices Kate Winslet y Rachel McAdams entre un mar de lágrimas-, al
cantar "Till It Happens To You", perteneciente a la película "The
Hunting Ground", que recoge casos de agresiones y abusos sexuales en
universidades estadounidenses.
La artista, con la frase "Not
Your Fault" (no es tu culpa) escrita en su brazo, completó esa actuación
rodeada por un grupo de 50 adolescentes que, como ella, sufrieron ese
tipo de situaciones.
Stefani Joanne Angelina Germanotta, el
nombre real de Gaga, es todo un icono, y como tal, tiene su legión de
fans, autodenominados "little monsters" (pequeños monstruos), que la
convierten en uno de los principales reclamos en la red social Twitter
(es la séptima personalidad más influyente, con 57 millones de adeptos).
Todos ellos están pendientes de su próxima boda con el actor y
modelo Taylor Kinney, al que conoció en 2011 durante el rodaje del video
musical para el tema "You and I".
Esa ceremonia está envuelta
bajo el mismo halo de misterio que rodea todo lo que concierne a Gaga,
una estrella imparable desde el lanzamiento en 2008 de su disco debut,
"The Fame", que contenía canciones memorables como "Paparazzi", "Poker
Face" y "Just Dance".
Desde entonces, convertida en una
auténtica mina de himnos generacionales (ahí están "Bad Romance" y "Born
This Way" para atestiguarlo) con la ayuda de sus incendiarios
videoclips, no ha dudado en tratar su bisexualidad con la misma
franqueza con la que aludía en sus temas a asuntos como el amor, el
sexo, el dinero y las drogas.
Su labor fuera de los escenarios,
ya sea como portavoz de los derechos de la comunidad de lesbianas, gais,
bisexuales y transexuales (LGBT), o a través de su fundación, creada
para apoyar a jóvenes contra el "bullying" (acoso escolar), demuestra la
coherencia y sensibilidad de una de las mayores fuerzas de la
naturaleza del siglo XXI.