Hay pocas cosas en México que unan más que Luis Miguel.
Representa lo que todos quieren ser: el triunfador, el deseo de las
mujeres más guapas, la mejor mesa en el restaurante, la suite más lujosa
del hotel. "La vida le sonríe y él le sonríe de vuelta", así lo
describía la crítica cultural Concepción Moreno. Pero no está claro que
lo siga representando. El que se aferraba a mostrar sólo su lado derecho
para salir siempre perfecto ha dado dos bochornosos espectáculos
consecutivos en la Ciudad de México. El primero fue el miércoles y el
segundo la noche de este jueves, en ninguno duró más de media hora sobre
las tablas. Es la cuarta vez que cancela un concierto este año y los
que antes lo adoraban como a un Dios hoy se preguntan: ¿Qué te pasa,
Luis Miguel?
A
Luismi el público le ha perdonado todo. Sus últimos espectáculos han
sido aburridos y muy caros (las entradas rondan los 2.000-5.000 pesos),
no se le ve en televisión desde hace 10 años, su vida está rodeada de
misterio, le han acusado de drogadicto. No importa, es El Sol. Pese a no
haber tenido una buena racha, sus fans siguen agotando entradas. Las
últimas, en el Auditorio Nacional para cuatro días de conciertos. Estaba previsto que fueran a verlo 40.000 personas del 18 al 21 de noviembre en su gira Deja Vu tour.
Pero en sus dos primeras citas ya ha sacrificado a 20.000. La otra
mitad ya ni siquiera acudirá a verlo porque este viernes ha cancelado
con antelación los dos conciertos que le quedaban.
Ya no es seguro que cuando uno compra una entrada para ver a Luis
Miguel, salga Luis Miguel. El pasado 9 de febrero en Mérida (Yucatán),
después de una hora de espera y de los abucheos del público, tuvo que presentarse el organizador
del evento: "El artista simple y sencillamente se metió a su cuarto,
pidió botellas de alcohol y está emborrachándose, por eso es que no se
presentó y esa es la verdad. No sabemos si va a venir, no ha tenido ni
la decencia de cancelar". Por el incidente, fueron detenidas tres
personas, entre ellas el representante de la gira, Óscar Raúl Montes.
"Se está excediendo con su voz y eso le ha pasado factura. Antes
hacía más descansos y ahora, no sé si por problemas económicos, está
dando demasiados conciertos. Lo del Auditorio ha tenido que ser un
problema vocal", apunta Martha Figueroa, autora de la biografía Micky, un tributo diferente
(Aguilar, 2010) y quien ha seguido al cantante desde hace más de 25
años. Figueroa señala que es un artista neurótico y perfeccionista y que
jamás saldría si no es a dar un buen espectáculo. "El problema es que
no han sabido gestionar bien estas crisis, no se puede hacer esperar a
la gente 45 minutos y luego que alguien por megafonía diga que la causa
es el clima. Es ridículo", señala la autora, quien responsabiliza
directamente a su mánager, Daniel González. En la cancelación de este
jueves la justificación ha sido algo más precisa: un cuadro de
laringitis. En un vídeo de una persona del público se escuchan abucheos y
pitidos, además de a un hombre que se desgañita: "¡Chinga a tu madre!"
A comienzos de esta nueva gira circularon miles de imágenes suyas con unos kilos de más.
Al Rey lo acusaron de estar en baja forma y de engañar a sus seguidores
con un cartel de una fotografía suya de hace 10 años. Las redes
sociales lo exprimieron. Luis Miguel se convirtió en un chiste nacional.
Desde entonces, los fotógrafos solo toman instantáneas de él en
vertical.
El declive empezó con el disco Cómplices (con Manuel
Alejandro, en 2008), según señala su biógrafa. "Ese es probablemente el
peor disco de la historia de la música", enfatiza Figueroa, quien
reconoce que Luis Miguel ha sido todo un fenómeno: "Logró llevar una
bandera de México por todo el mundo. Ser el más vendido en Taiwán,
llenaba escenarios en todas partes". Pero con ese álbum empezó todo. Y
no ha remontado desde hace siete años. "Si no haces ningún disco nuevo,
si te da igual si te ves bien o no en el escenario, si haces esperar
horas a tu público después de haber pagado un dineral por verte y si lo
cancelas por motivos absurdos, que no te extrañe que la gente se enoje",
sentencia Figueroa.
Luis Miguel ha agotado todas sus opciones en la Ciudad de México. Tras
las dos breves actuaciones de menos de 20 minutos del miércoles y el
jueves, el artista ha cancelado el resto. El Auditorio ha informado que
tomarán medidas para sancionar a El Sol. Sobre los recientes rumores, la
biógrafa aclara algunas dudas: "Si quiere emborracharse, lo hará en
cualquier otro momento. No sacrificaría su carrera por eso. De lo poco
que respeta en la vida es cantar sobre un escenario".