La cantante Madonna es una
"perfeccionista" en materia de trabajo y no le gusta que nadie llegue
tarde, llegando en una ocasión a "castigar" a uno de sus bailarines a
besarle los pies a modo de disculpa por llegar con retraso a un ensayo.
"El
bailarín llegó tan solo unos minutos tarde y no paraba de disculparse
como un loco", explicó una fuente al periódico New York Daily News.
El
equipo de la reina del pop es consciente de sus manías a la hora de
ensayar y antes de que Madonna entre en una habitación se aseguran de
que está 'preparada' para ella.
"Saben
que está a punto de llegar porque les avisan por radio con antelación.
Lo primero que hacen los organizadores es tirar a la basura todas las
botellas de agua, porque no soporta ver botellas medio vacías. Después
apagan las luces y encienden velas porque a ella le gusta que la
habitación tenga un aspecto y un olor determinados", añade.
El
espíritu perfeccionista de la intérprete alcanzó niveles
estratosféricos durante los preparativos de su actual gira, 'Rebel
Tour', para la que habría hecho que todo su equipo trabajara demasiado
duro.
"En una ocasión una de
sus bailarinas se rompió el brazo durante los ensayos, y en lugar de
mostrar preocupación, Madonna .